lunes, 31 de octubre de 2011

Ciencia y Literatura - HIMNO A LOS VOLUNTARIOS DE LA REPÚBLICA, César Vallejo

Guernica, Pablo Picasso (1937).
Óleo sobre lienzo.


HIMNO A LOS VOLUNTARIOS DE LA REPÚBLICA
El mundo exclama: <<¡Cosas de españoles!>>…
Contemplamos a Goya de hinojos y rezando ante un espejo,
a Coll, el paladín en cuyo asalto cartesiano
tuvo un sudor de nube el paso llano
o a Quevedo, ese abuelo instantáneo de los dinamiteros
o a Cajal devorado por su pequeño infinito…
César Vallejo (Perú)
Análisis
El poema fue escrito por César Vallejo con el fin de describir el lugar del horror de los conflictos armados durante la guerra civil española en 1936 en España.
Lo primer verso, el autor se burla de la situación política en España, cuando dice: '¡Cosas de españoles!' hacerse entender que la barbarie y la guerra era ya algo
caracteriza este segundo país. En el segundo verso cita el pintor español del siglo XVIII, Francisco de Goya y compara "Los Fusilamientos del 3 de Mayo." de su trabajo con el Confito de 1936.
En el tercer verso, el autor cita a Antonio Coll, matemático español, Vallejo compara sus teoremas com el massacre. En el cuarto verso, es citado Francisco de Quevedo, escritor español del siglo XVII. Vallejo muestra que Quevedo fue el primero que hizo la crítica política en el país, que podría explicar la actitud de los críticos del gobierno.
En la quinta y última estrofa, Vallejo cita a Santiago Ramón y Cajal, médico español. Al citarlo, Vallejo sugiere que Cajal e el massacre español se inmortalizan en la historiografía del siglo XX.
“La presencia de nombres provenientes de la memoria cultural española no hace otra cosa que intensificar el carácter revulsivo de ciertas expresiones que se actualizan en bloque con una máquina de guerra que pugna por abrir espacios positivos. Calderón, Cervantes, Antonio Coll, Quevedo, Santiago Ramón y Cajal, Teresa de Jesús –deslastrada de santidad- representan, más que personajes del pasado cultural español, intensidades guerreras y heroicas que obligan a pensar que la batalla por la vida no se inicia en 1936 sino que más bien en un tiempo remoto imposible de precisar. Intensidades de pasión y deseo, que se sitúan en zonas intermedias –“¡Mi reino es de este mundo, pero / también del otro!”-, desde donde la mirada se vuelve diferente a la mirada proyectada por el poder en la red social, desde donde la mirada se vuelve palabra o gesto crítico que intenta reconstruir delirantemente al hombre y sus formas de relación. Por supuesto, como Quevedo, estos nombres son también los abuelos de “dos dinamiteros”, es decir, son piezas de la máquina de guerra nómade de los buscadores de la vida. Al lado de ellos, resulta interesante encontrar una intensidad que no pierde su fragancia y su luz al mezclarse con los iconos españoles; me refiero a Lina Odena, la secretaria del partido comunista español, quien se enfrentó a la muerte llevando en sus pupilas la imagen de un destino autocreado. Lo anterior permite establecer que la escritura vallejiana integra sin jerarquías a individuos, intensidades o piezas aparentemente discordantes en una misma máquina de guerra o en una misma máquina deseante, cuyo signo distintivo es la unidad de lo distante y heterogéneo –al lado del escritor, del pintor, del médico, de la mística ilustre, Lina Odena.”
(Faúndez V., Edson. España, aparta de mí este cáliz: el cuerpo diagramático y el poder del libro-cuerpo. p.07)


Paulo Alves Pereira Júnior e Jéssica Lima Bonfim

2 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante :)

Unknown dijo...

Antonio Coll no es el matemático español, sino el antitanquista que murió en la defensa de Madrid.

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